Detrás de la sesión fotográfica infantil: para recuperar la emoción de la infancia

Cuando el niño juega en su dormitorio, el armario se convierte en un cofre del tesoro o en una casa de muñecas, la cama en una piragua por un río del Amazonas, el escritorio en una pista de aterrizaje, en una autopista. Las flores crecen en las paredes, los animales brincan en la mesilla de noche y los sueños también se viven despiertos. Nada debe frenar el curso natural de la imaginación. Cada mueble, cada objeto se convierte en un pretexto para soñar despierto, en la pieza de un rompecabezas que invita a realizar nuevas exploraciones. Transformar una tarde aburrida en una expedición llena de animales salvajes con un simple «Y si jugásemos a ser». Inventar para comprender, experimentar para crecer. Los especialistas lo llaman «juego simbólico». Son los buenos tiempos del pensamiento mágico. 

Cuando hicimos esta sesión fotográfica, obviamente pensamos en sus hijos -lo que necesitan, lo que quieren, lo que les gusta- pero también intentamos recuperar nuestra alma de niños. Captar la emoción intacta para construir universos con la mayor precisión posible.

Así que imaginamos una distribución que les diera a los niños la mayor libertad. Soñar, saltar, moverse con total seguridad. Valorizar la «leonera» organizada. La que permite dar rienda suelta a la imaginación. Dejar que los niños ocupen su universo, proporcionarles superficies libres donde todo está por inventar…

Para alimentar sus sueños, también hemos cuidado mucho la decoración. Pequeños y alegres banderines, grandes elementos decorativos que representan animales reales o imaginarios, grandes frutas, arco iris en la alfombra…

Crecer significa aprender a manejarse por sí mismo. ¿Cómo podemos amueblar el dormitorio o el cuarto de juegos para que los más pequeños puedan ordenar (¡o desordenar!) fácilmente?

Durante esta sesión, trabajamos inspirados en nuestra infancia para dar voz al niño que llevamos en nuestro interior. Construir un escenario de calma que lleve camino a los sueños y permita que nuestros peques y adolescentes se desarrollen y crezcan correctamente.
Nos detenemos en el tiempo… porque redescubrir tu alma de niño sienta realmente bien.